viernes, 6 de junio de 2014
"JUGAMOS COMO NIÑOS
CON SHAKESPEARE"
La actriz se pone en la piel de Macbeth, en una nueva
inmersión a la obra del dramaturgo inglés. Un clásico popular, apto para no
iniciados.
Por: Diego Gez
Sobre las voluntades y el poder pero también las miserias
del ser humano. Esos podrían ser algunos de los tópicos de una obra que vuelve
a utilizar los textos de un autor que por esas razones –ligadas siempre a una
temporalidad vigente– goza de una actualidad socialmente presente.
En el año en el que Shakespeare celebraría los 450 de su nacimiento, Gabriela
Toscano es la encargada de representar, en el Centro Cultural San Martín,
Macbeth bajo la atenta mirada de Carlos Rivas en la dirección general. Se trata
de una nueva inmersión del director y su grupo de investigación teatral a la
obra del dramaturgo británico, luego de su apropiación años atrás de Hamlet,
con la obra Hamlet, la metamorfosis. "Poder finalmente hacer esta obra me
pone a mí y a todos los que la hacemos muy contentos. Es la primera vez que
trabajo en el Centro Cultural, y todavía recuerdo cuando en diciembre vinimos a
presentar el proyecto con Carlos Rivas (NdR: su marido). Justo llegamos con una
obra que se estrenaría en el año de su cumpleaños, entonces se dio la
posibilidad de hacer estas 18 funciones. Al presentarla en esta casa buscábamos
tener más estructura, algo que finalmente conseguimos", dice Toscano, a
sólo unas horas de volver a reinterpretar su papel junto a Vanesa González en
la piel de Lady Macbeth.
Enseguida, lo que sobrevuela la entrevista es un concepto, el de lo inacabable
que significa abordar a Shakespeare como autor, los cientos de ensayos, el
trabajo constante, la rutina en torno a un objetivo. Dice Toscano:
"Empezamos a ensayar en diciembre, trabajando de lunes a viernes de 7 a 12 de la noche. Es un
proyecto que nos llevó mucho ensayo porque no se puede investigar durante tres
horas y listo: el ensayo, sobre todo, es parte de esa investigación. Y la
charla forma parte de ese ensayo porque como grupo necesitamos la mirada de
Carlos. Él quería contar esta obra de determinada manera, al mismo tiempo que
iba descubriendo aspectos de cómo hacer Shakespeare. Y siempre nos decía que,
más allá de haber hecho Hamlet, esta vez con Macbeth, es otra cosa. Uno no
tiene la vaca atada al hacer a este autor, porque siempre aparecen
posibilidades nuevas. Se trata de una propuesta que siempre está abierta a lo
que pueda suceder porque se vincula con algo muy libre. Carlos quería volver a
un teatro más… (piensa) popular, donde solamente estén los actores para que el
espectador pueda imaginar como un niño. De hecho, utilizamos toda una
grada del Centro Cultural que está libre, y toda la sala es usada para la obra,
todo el espacio. Por eso digo que jugamos como niños en un gran espacio pero
con los textos de Shakespeare presentes".
–Algunos actores no llegan a interpretar a Shakespeare en toda una carrera. ¿A
esta altura qué significa para vos asumir este papel?
–Tengo la suerte de vivir con un director de teatro y significa mucho, porque
los dos hacemos un gran esfuerzo para hacer este tipo de espectáculos e
investigación. Hay desafío en esto, sobre todo porque tenemos ganas de crecer
como artistas, y creo que ese es nuestro punto. Para lograrlo hay que
investigar, pasar cosas, barreras, derribarlas. Hay que tirarse a la pileta,
aunque podemos ir a algo más comercial, porque también está bueno y no te
detiene en la búsqueda.
–Y hablando de teatro comercial, ¿qué te aporta esa instancia más allá de la
posibilidad de encarar proyectos como Macbeth, el sueño de las brujas?
–Sí, aporta eso que mencionás. Y también la posibilidad de tener con qué vivir
si no trabajás unos cinco meses, todo esto dicho en términos básicos.
–Macbeth expone muchas miserias del hombre ligadas a lo rapaz del ser humano.
¿Ves un paralelo con lo que nos sucede como sociedad?
–Es tan actual la obra en el mundo que por eso se sigue haciendo. Así y no de
otra manera son muchas obras de Shakespeare. El ser humano no avanzó en ese
aspecto, sigue teniendo la misma ambición, el mismo ego, es un animal.
–Se vuelve imposible no reflexionar sobre el mal entonces…
–Sí, pero eso yo lo dejo para el espectador. Nosotros tratamos de darle algo más
popular a la gente, un Shakespeare popular como seguramente era en su origen.
Queremos con esta obra que se vuelvan a disfrutar las palabras, porque
Shakespeare no es una autor solemne, sino que es muy claro, no tenés que pensar
mucho, salvo venir y sentarte. La obra te llega porque se trata de un
hombre, un guerrero que asesina a su primo para quedarse con el trono y
luego paga las consecuencias. No hay secretos, aunque simplemente tiene la
poética de como se hablaba en aquella época. Hace unos días vino una chica que
me dijo que nunca había visto una obra de Shakespeare y que le fue muy fácil
entender la obra. Para todos nosotros eso es un halago porque venimos
trabajando hace mucho tiempo en esto, para que se entiendan no solamente las
palabras, también la acción. Si el espectador se pierde las palabras, ve lo que
está sucediendo.
–En esta obra nuevamente te metés en la piel de un hombre. ¿Qué te aporta ese
factor en lo personal?
–Mirá, creo que esta obra saca algo más brutal de mí. Si bien Hamlet era más
parecido a mi propia naturaleza femenina, sensible, amante de las letras, artes
y la reflexión, Macbeth… (piensa). Carlos no me conduce hacia algo que no pueda
hacer, sino más bien trata de ahondar en la personalidad de este
guerrero. Me siento protegida y a la vez me divierto.
–Entonces encarar un personaje masculino no te genera ningún ruido interno…
–No, lo que hace es que tenga que trabajar más para ver cómo llegó, o mejor
dicho, cómo descubro al personaje. Creo que llegar, no llegás nunca, y a medida
que se desarrollan las funciones vas ajustando constantemente. Como grupo
llegamos con una base al estreno que no se termina ahí, por eso decimos que la
actuación es como una nube de humo que tratamos de agarrar para que no se
deforme. La ambición de Macbeth es desmesurada, y eso sí tuve que trabajarlo
porque no está en mi naturaleza. Yo ambiciono cosas que tienen que ver con el
arte, no con el poder.
–Una ambición netamente política…
–Sí, aunque la fama también te da poder. La fama, el dinero, la política te dan
poder y al mismo tiempo ambiciones que te nublan. Esas cosas te primitivizan y
la gente que las tiene y no sabe manejarlas cree, usualmente, que es más que el
ser humano que tiene al lado.
–¿En el mundo de la actuación encontraste muchos actores nublados por esas
ambiciones?
–Sí. Es algo peligroso porque a veces uno puede pecar de eso. No sé, cuando uno
tiene un programa exitoso puede suceder, pero cuando te das cuenta que la
realidad no está ahí debés ubicarte enseguida. «
Funciones
Macbeth, el sueño de las brujas se da viernes y sábados a
las 20:30, y domingos a las 19:30 en el C. C. San Martín. Sarmiento 1551.
mucho talento, fuera de la tele
Trabajando desde los cuatro años en el mundo de la
televisión, la actualidad de Gabriela Toscano está tan ligada al teatro que hoy
no existe espacio para ese medio en su cotidianeidad laboral. "La tele es
mi primera casa. Me encanta hacer tele", dice mientras aclara su ausencia
de unos tres años de la pantalla chica. "Lo último que hice fue El puntero
(2011) pero ahora no me siento muy atraída con lo que me ofrecieron. A veces no
me atrae por tiempos, personajes, dinero. Son diferentes cosas que no se dan
actualmente para volver a ese lugar. A veces es muy interesante lo que llega y
lo acepto, mientras que otras no tanto. No soy una persona de tener muchos
rechazos en ese aspecto, tal vez en el ámbito del teatro soy más exquisita. Ahí
me desarrollo más como actriz y por eso elijo bien los proyectos.
– ¿Y cuándo como espectadora observás que en la tele el modelo imperante son
los escándalos? ¿Qué te pasa internamente?
–En este país hay mucho talento en muchas cosas. Hay pintores, escritores,
músicos, pero poco lugar para hacerse conocido y para que la gente te conozca.
Supongo que en algún momento las cosas se saturarán y se reciclará todo.
–Mirando hacia atrás. ¿Qué recordás de tus comienzos y como analizás todo el
camino recorrido?
–¡Qué pregunta! (risas). Llego a la tele como un juego, como una niña. Por
suerte pude revertir esa situación porque cuando era adolescente me decía todo
el tiempo, "a esto yo no lo elegí". Después sí pude elegirlo, me hice
cargo de eso y me estoy desarrollando. Yo no estaba formada y todavía hay cosas
que como actriz digo que me faltan. Uno siempre está creciendo.
sus últimos trabajos en teatro
Hamlet, la metamorfosis, estrenada en 2010. Una versión de
tres horas que jamás cansaba al auditorio. Love, love, love (2013) junto a
Fabián Vena, sobre los cambios generacionales. Ambas dirigidas por Rivas.
Dupla creativa
Macbeth, el sueño de las brujas, es la sexta obra que
Gabriela Toscano comparte con su marido, el director teatral Carlos Rivas.
Cuando se la consulta cómo manejan la situación de compartir una vida juntos
que incluye proyectos teatrales, la honestidad de Gabriela es elocuente.
"Es inmanejable" (risas). Es así, no se maneja nada porque todo está
mezclado, todo" (más risas).
–¿Sos de preguntarle a Carlos en qué anda cuando escribe o está planeando algo?
–Sí, le pregunto. "¿En qué andás, qué estás haciendo?", suelo
decirle, porque a veces está mucho tiempo en la computadora. Aprendí mucho de
verlo trabajando como director, cómo hace su investigación, cómo asocia.
Escribe de todo y luego, si no sirve, descarta. Para él, lo que no sirve en el
escenario es descartable, y no se encapricha con una idea. Es una persona que
siempre dice que hay cosas que tienen que funcionar en beneficio de la
historia. Por eso en nuestro espectáculo no hay divismo de escenografía ni de
luces ni de vestuario.
–Llevás trabajando en una media docena de obras junto a Carlos. Evidentemente
sos una especie de musa para él…
–No (risas). Creo que a esta altura somos un director y una actriz que están
haciendo unos caminos juntos, nos conocemos y él puede confiar en que mi
instrumento es lo que él necesita para contar ciertas cosas en una historia. Yo
me voy desarrollando y él también.
Fuente: TIEMPO ARGENTINO 05.06.2014 |
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