jueves, 12 de junio de 2014
CRÍTICA SOBRE MACBETH... "DIARIO
UN MACBETH CONTEMPORÁNEO
González y Toscano,
como lady y lord Macbeth.
Foto: Sandra Cartasso
Por Susana Freire |
Macbeth, el sueño de las brujas /Versión: Carlos Rivas sobre
la obra de Shakespeare / Intérpretes: Gabriela Toscano, Vanesa González, Carlos
Rivas, Mercedes Spangenberg, Cecilia Dellatorre, Mariana Melinc, Dalia
Elnecavé, Andrés Portaluppi, Jorge Lifschitz y Bruno Rivas / Escenografía:
Rivas y Facundo Necchi / Iluminación: Gonzalo Córdova /Vestuario: Alejandra
Robotti / Música original:Bruno Rivas Toscano / Dirección: Carlos Rivas.
duración: 115 minutos / Sala: El Cultural San Martín.
NUESTRA OPINIÓN: BUENA
Una vez más, Carlos Rivas, tal cual sucedió conHamlet ,
recurre a actrices para interpretar a los personajes masculinos de esta
tragedia shakespeariana. Aceptada esta convención, resulta lo mismo una
actuación femenina o masculina si se mantiene, como resulta en este caso, la
potencia de un texto que sobresale en boca de algunas actrices por la
modulación de las frases que acentúa el valor poético del texto. Es lo que
sucede con Gabriela Toscano (Macbeth) y Mercedes Spangenberg (Banquo y
Macduff), a las que se suma Vanesa González como lady Macbeth.
Por lo demás, se mantiene con mucha vigencia esa ambición
desmedida que lleva a algunas personas a su propia destrucción. No se trata de
poseer algún bien, sino de tener más y más. El pensar que la impunidad viene
del brazo del poder puede transformar la realidad en un espejismo destructor.
Es lo que padece Macbeth, que vive agobiado por los remordimientos,
representados por el fantasma de Banquo, y por su esposa, instigadora y
cómplice del regicidio, delito que la lleva a una locura que invita a la
muerte.
La puesta de Carlos Rivas es interesante por la lectura
contemporánea que ofrece, donde incorpora componentes anacrónicos para borrar
la temporalidad de una época determinada e instalar las acciones en cualquier
espacio y en cualquier lugar. A esta propuesta se suma la música, con el
intérprete en escena, con variantes genéricas que también incluyen al tango y
apuntes armónicos con valores dramáticos; el vestuario, con detalles actuales
como el uso de zapatillas en lugar de botas y otros elementos atemporales, o
los vestidos de lady Macbeth, con diseños atractivos y modernos. El espacio
escénico se ve favorecido por las características de la sala, que le permite
utilizar sólo gradas, rampas y alguna utilería, para definir todos los ámbitos
que requiere la obra.
El papel de las brujas, que da sentido a la aposición del
título, grupalmente define una estética inquietante que exponen con su sola
presencia coreográfica, grupo en el que sobresalen Cecilia Dellatore, como
Hécate, y Dalia Elnecavé, como la cantante.
Finalmente, la actuación recae con mayor peso sobre Toscano,
Spangenberg y González por su capacidad interpretativa; forman así, con su
trabajo, una brecha con respecto al resto del elenco, que por momentos y a
pesar del esfuerzo resulta poco convincente.
Fuente: Miércoles 11 de junio de 2014 | DIARIO LA NACION
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