domingo, 13 de abril de 2008

"La Duda" cosechó los aplausos de los mendocinos





Esta es la segunda vez que "La Duda", obra protagonizada por Gabriela Toscano y Fabián Vena cautiva al público. Con localidades agotadas y doble función en el Teatro Plaza, la propuesta dirigida por Carlos Rivas se destacó por las ajustadas interpretaciones de los actores y por un sólido texto dramático.Minutos antes de las 22, la sala repleta del teatro aplaudía el ingreso de Fabián Vena, quien interpretando al Padre Juan Flynn, comenzaba su sermón con la siguiente frase: "¿Qué hace uno cuando no se siente seguro?".


A partir de este gran interrogante -que traza claramente el perfil del personaje- se desplegaron, durante casi dos horas, los tópicos a partir de los cuales se construye la historia. Todo ocurre en una escuela religiosa, tiempo después del asesinato del presidente Jhonn F. Kennedy.


Allí, la Hermana Luisa, su directora, sospechará de ciertas actitudes (impropias e inmorales, según su parecer) que el sacerdote y docente de séptimo grado ha tenido con algunos de los alumnos.A partir de esta duda (sobre la que se proyecta la sombra del abuso de menores) ambos se ven inmersos en un enfrentamiento ideológico y moral.


Y las incertidumbres, infundadas o no -esa decisión queda en manos del espectador- están presentes hasta el último apagón de la obra."La duda puede ser una fuerza tan poderosa como la certeza", arguye Luisa y presenta con esas breves palabras, su rígido modo de pensar y actuar que con firmeza la llevará a llegar hasta las últimas consecuencias.Algo está claro en esta premiadísima obra escrita por Jhon Patrick Stanley y dirigida por Carlos Rivas: dos cosmovisiones antóginas son las que pone el texto en evidencia y que los actores, desde cada uno de sus personajes, transforman en totalmente válidas, una como otra.Y aquí es donde se pone en jaque al espectador, que tendrá que decidir -como sucede en la vida real- a partir los argumentos -discursos totalmente subjetivos, por supuesto- lanzados y sostenidos por cada uno, cuál de las dos posturas es la cierta.


Así, a través de los diálogos y las reflexiones, signados por ciertos toques de humor -que se basan en el contraste de los personajes, sobre todo, por el de la Hermana Clara, una docente de la institución- se va hilvanando el suspenso en la trama de "La Duda". En esa red de sospechas otros temas, tan humanos como profundos, van transitando también la escena.


La discriminación, la resignación, la diferencia de género, la obsecuencia, acompañan a los temas principales: fe, moral, religión y búsqueda de certezas.El debate queda entonces expuesto, abierto a la mirada y tela de juicio de los integrantes de la historia, y desde allí se traslada al público, que aboga por encontrar la respuesta al interrogante magistralmente planteado.
Fuente: MZonline 13-4-08

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